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Cartas de Lord Ironfist

Carta 3



18º día del mes del unicornio
Año común 633

Querido primo Ragnar,

Hace ya casi un año desde mi última carta, pero es que he estado ocupado con muchos asuntos. Debo de añadir que mi mensajero dice que la cancela sigue cerrada a cal y canto y que nadie puede pasar. Tras algunos meses pensó oportuno dejar de vigilarla.
Me dijo incluso que las dos últimas cartas que te escribí y que te dejé encima del poste seguían allí, pero no obstante, seguiré escribiéndote.

Debido a mi liderazgo y mi fuerza, ha habido muchos cambios en este valle que ahora controlo y que he llamado Valle de Ragnar en tu honor.

Donde una vez hubo bosque, ahora hay un importante pueblo. Seguí construyendo cosas, usando todas mis riquezas, pero se, mi señor, que estarás contento con lo que he hecho en tu honor, y que cuando llegue el momento, me devolverás la diferencia sobre lo que he gastado aquí.
Adjunto una relación completa de gastos. Todos los ingresos han ido a pagar el mantenimiento.

En cuanto a la gestión de mi baronía, pensé que era importante aumentar primero la población del territorio. Por lo tanto, me puse a construir muchos tipos distintos de viviendas para atraer bajo mi bandera a una gran horda. Cuando se construye un edificio de ladrillos, llegan poderosos ogros a vivir en el valle. Cuando mandé que se colocara un puente sobre el río Morglin, volví allí al día siguiente y me encontré con que un troll había fijado su residencia debajo del puente. Al llegar cada una de estas criaturas, les entregué un pergamino para que firmaran que me reconocían como su señor, cosa que hicieron de buen grado.

Los lobos siempre son aliados útiles, y pueden oler el peligro a gran distancia, por lo tanto ordené que se les construyeran cuevas.
Al día siguiente, enormes bestias inteligentes salieron de los bosques y se ofrecieron ponerse a mi servicio.

Luego busqué hombres con habilidades. Los campesinos me habían hablado de los hechiceros y similares en varias ocasiones. Al excavar un pozo, que daba una agua bien fresca para templar el acero, un herrero, y luego un grupo de picadores se pusieron a mi servicio. Luego se limpió un campo, y se cortó la hierba bien corta. Se montaron blancos, y aparecieron arqueros a prestar sus servicios. Se construyó una taberna cerca del puente, y dentro de sus salas los espadachines beben a sus anchas y se divierten pinchándose con sus espadas los unos a los oteros mientras hablan de vinos y mujeres.

Y tenemos aún más planes para estos lares, mi señor. Ahora estamos construyendo una estructura la mar de curiosa, pequeñas casas colocadas en los árboles para que vengan a servirme los duendes. Se están haciendo casitas de piedra cerca de las montañas para que vengan los enanos, mientras que en los bosques me han aconsejado que ponga unos blancos para atraer a los arqueros elfos.

Una vez que tenga a mi servicio a los elfos y a los enanos, parece ser que me ayudarán a construir grandes círculos de piedra para el placer de los druidas, prados vallados para los unicornios, y torres rojas para el poderoso fénix.

Ya he creado una vivienda para los usuarios de la magia, y hay uno de ellos a mi servicio. Sin embargo, cuesta mucho, mi señor, ya que aprender sus hechizos es un proceso costoso. Me he quedado sin fondos, y he decidido que el misterioso arte de la magia tendrá que esperar. Por el precio de un solo hechizo puedo conseguir una gran tropa de campesinos.
También recuerdo el tonto de Guthbert, el mago de tu corte. No valía gran cosa si la memoria no me falla.

Hablando de dinero, tengo que contarte que me he gastado ya en esta aventura decenas de miles de oro, en algo que se empezó exclusivamente para glorificar tu nombre. Mis bolsillos no son pozos sin fondo, primo, y aunque mis siervos me proporcionan ahora un pequeño ingreso, sigue sin ser suficiente. Por lo tanto, si lees esta carta, te rogaría que me enviaras más dinero, ya que esto se ha convertido en un ejército bastante caro. Tu bandera no ondea sobre este reino, primo, sin que tengas a cambio alguna pequeña obligación.

Ah sí, debo de añadir que he construido una modesta vivienda para mí, que se llama Morglin´s Keep. La he decorado con exquisitez, como debe ser para mantener el honor de uno de tus siervos.

Una vez que haya terminado la siembra de primavera, tengo intención de salir de aventura, ya que me han dicho que esta tierra es enorme y que si uno busca con cuidado, hay riquezas que encontrar y gloria que ganar. Evidentemente, cualquier cosa que encuentre será para la gloria de tu nombre.