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Historias De La Guerra De Los 10 Años Parte 8

Los siguientes meses vieron muchas batallas, tanto en el Ducado del Toro como del Lobo. Las fuerzas combinadas de Iván y Stefan incluso tomaron Chiaroscuro, forzando a Amílcar a huir de su palacio de verano, Cornadora, con sus fuerzas mercenarias abandonándole a su suerte. El día 14 del mes de la corona radiante, con dos ejércitos a sus puertas, el Duque del Toro finalmente cedió.



Historias de la Guerra de los 10 Años

850 YSD EL Emperador del Ciervo




Un anuncio inexperado



Después de la derrota de Amílcar. La alianza entre el Grifo y el Lobo marchó hacia el oeste, con la intención de ayudar a Rowena del Unicornio quién estaba luchando a dos frentes opuestos. Pero pronto, después de que hubieran pasado las fronteras del Toro y en el Ducado del Lebrel, unos mensajeros inexperados se presentaron a todos los comandantes, generales y, por supuesto, Duques y Duquesas. Decir que estos mensajeros se materializaron en el aire no sería una exageración. Eran Glorias de Elrath.



Estos elementales de la luz fueron usados por la Iglesia de la Luz cuando necesitaban enciar mensajes en un corto período de tiempo. Esta vez, el mensaje de las Glorias era simple: un Emperador había sido escogido. Y ese Emperador no era otro que Seamus na Feidh, Duque del Ciervo.



Las noticias causaron un gran shock para la mayoría de los beligerantes, debido a que la Iglesia había permanecido callada durante los años anteriores, y después del Cónclave del Nuevo Amaneces, su legitimidad para elegir a un nuevo Emperador fue muy disputada. Como resultó ser, la Iglesia se había reunido con la carismática figura del Arzoobispo Wilhelm. Un héroe de la Guerra del Broken Staff, Wilhelm fue escogido para ayudar a la causa de Seamus, y había conseguido convencer a las autoridades eclesiásticas de hacer lo mismo. Por el interés de pacificar un imperio que se estaba barbarizando.



Después de siete años de guerra, la gente del Santo Imperio estaban dispuestos a dejar a la Iglesia decidir quién debería reinarles para volver a la paz y la estabilidad.





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Seamus na Feidh, Duque del Ciervo



Inmediatamente, Enguerrand del Lebrel y Amílcar del Toro pusieron fin a su orgullo y ambición y juraron lealtad al nuevo Emperador. Unas semanas más tarde, bajo la presión de su gente, Rowena del Unicornio tuvo que dejar sus armas e dar su brazo a torcer. Pero mientras el anuncio había traído efectivamente un fin a la lucha, la paz estaba todavía lejos de ser realidad, devido a que Iván y Stefan rechazaron reconocer al Nuevo Emperador



Las Cruzadas Internas



Seamus estableció su corte imperial en Horncrest, que fue ya la capital del Ducado del Ciervo. Uno de sus primeros decretos imperiales fue repatriar las Órdenes Cruzadas. Estos regimientos fueron los restos de las fuerzas que una vez habían cazado a los Orcos rebeldes erradicándolos del mundo conocido. Dispersos en el desierto Sahaar y en otras peligrosas áreas de las fronteras del Imperio, los Cruzados habían pasado los últimos siglos echando un ojo a los vecinos del Imperio. Solo el Emperador tenía el poder de retirarles.



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Horncrest, capital del Ducado del Ciervo



En un mensaje público en medio de las ruinas de la capital de los Halcones, Seamus les dió la tarea de llevarles alimento y otros recursos a las áreas más devastadas de su dominio, ganándose la imagen de ser un reinante generoso. Rápidamente se volvió popilar entre los ciudadanos del Imperio.



Embajadores de todas las naciones vecinas hicieron un viaje a la corte de Seamus, para evaluar al nuevo maestro de la nación más poderosa del mundo. Nosotros somos afortunados de que la delegación de las Siete Ciudades incluyeron a la antigua amiga de Iván, Tanis, de la Casa Anima. Después de unos pocos meses en la corte de Seamus, Tanis empezó a enviar a Iván reportes sobre las materias discutidas en Horncrest, y qué estaba sucediendo en realidad en las tierras del Emperador del Ciervo.



Seamus había explicado a los Cruzados que les ayudaría a restaurar el orden y la justicia en el imperio, debido a que la mayoría de las tropas del Imperio habían sido diezmadas debido a los 7 años de conflicto. Pero la información de Tanis hizo aparente que el propósito real era, en realizad, hacer cumplir la autoridad de Seamus, con la fuerza de las armas si fuera necesario.



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Un Comandante Cruzado



Muchos arrestos se realizaron para deshacerse de los sediosos elementos. Los pueblos fueron quemados a cenizas por haber ayudado a Iván y Stefan en el pasado. Mientras Seamus estaba distribuyendo alimentos en una parte del imperio, sis cruzados estaban perpetuando ejecuciones masivas en la otra.



Reanudación de las Hostilidades



Incluso después de que los reportes de Tanis hubieran sido confirmados por sus propios agentes, Iván no estaba planeando tomar acción alguna contra el Emperador. Había una última persona a la que quería contactar. Esa persona era Nolwenn, la hija mayor de Seamos, con quién Iván había tenido una relación antes de la guerra. Iván recordó a Seamus como un buen hombre, necesitaba saber cuánto de él permanecía ahora sentado en el trono imperial.



Después de muchas maniobras y travesuras que serían muy tediosas y largas para contártelas en detalle, conseguí organizar un encuentro entre Nolwenn e Iván en Talonguard, un castillo construido por el ancestro de Iván: Antón del Grifo.



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Nolwenn na Feidh, Hija de Seamus



Según Nolwenn, la obsesión de su padre aumentó con la idea de convertirse en emperador tras las muerte de Maeve. Ahora que a alcanzado su objetivo, sufría frecuentes cambios de humor, con momentos de furia y depresión. Al principio, Nolwenn había interpretado su comportamiento como resultado del comprensiblemente stress causado por su nueva responsabilidad, y había intentado tranquilizarle. Pero Seamus se estaba volviendo menos y menos tolerante a la amabilidad de su hija, incluso sospechaba de sus motives. Unos días antes, la había acusado de conspirar contra ella. Nolwenn estaba apenada de admitirlo, pero su amor a su padre se había convertido en miedo.



Cuando se marchó, Iván aclaró sus pensamientos. Usando Talonguard como su base de operaciones, podía rejuntar sus fuerzas y las fuerzas de Stefan y marchar a Horncrest para quitar a Seamus del Santo Trono. Por supuesto, gracias a la información que había obtenido al final, sabía que, detrás de las fronteras del Ducado del Ciervo, Seamos se estaba preparando también para la batalla.

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