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Historias De La Guerra De Diez Años, Parte 3

845 YSD - Presagios de guerra

Tres días más tarde, las campanas de Flammschrein comenzaron a sonar, pero su canción no era solamente triste y lúgubre, sino también fúnebre. Sandalphon estaba muerto; una hoja oscura se había hundido en su corazón. Y Murazel no aparecía por ningún lado. 

El Cónclave del Nuevo Amanecer se había derrumbado a raíz del asesinato de Sandalphon y la desaparición de Murazel. La santidad de Flammschrein había quedado comprometida, los prejuicios y las sospechas resurgieron, y las voces de la razón pronto se anegaron en el clamor de las viejas enemistades y disputas mezquinas. Las esperanzas de encontrar un consenso adecuado se desvanecían rápidamente. 

El mes de la flor del sol llegó, dedicado al culto de Elrath, y no había emperador. 

El vigésimo día de la flor de sol - el comienzo del primer equinoccio, una de las celebraciones sagradas del Imperio - llegó y pasó, y ahora estaba claro que el cónclave había fracasado en su misión. Sin embargo, la corona imperial todavía necesitaba una cabeza en la que estar. Muchos oraron para que el propio Elrath descendiera de los cielos y eligiera un nuevo gobernante, pero el Dios Dragón de la Luz no intervino. Ésto era algo que los hombres tenían que resolver por sí mismos. 

Como los sonidos lejanos de truenos que auguran que la tormenta que se avecina, estaba cada vez más claro que no tardaría en llegar la guerra. Era inevitable. Lo único que queda por determinar es dónde y cuándo el rayo golpearía primero. 

Golpeó el onceavo día del mes de las llamas danzarinas.

Casus Belli

En los primeros días de las Llamas danzarinas, en la frontera del Lebrel y Unicornio, las milicias leales a ambos Ducados empezaron a reunirse en los alrededores de la pequeña ciudad de Maiden Way. Los disturbios habían estado creciendo constantemente desde el funeral de Maeve, alimentada por siglos de desprecio mutuo.

Durante la noche del día 10 de las llamas danzarinas, un concejal al servicio del Lebrel fue asaltado y abandonado sangrando en las calles; una casa perteneciente a un magistrado del Unicornio fue incendiada con la familia todavía dentro. Ambas partes se apresuraron a acusar al otro de estos actos atroces. En verdad, todos estaban a la espera de que esto sucediera, no importaba quién realmente derramó la primera gota de sangre. Era una causa para la guerra. 

Al mediodía del día siguiente, todo lo que quedaba de Maiden Way y sus habitantes eran ruinas humeantes y cadáveres mutilados. La milicia del Lebrel quedó victoriosa - como si uno llamase victoria a una masacre. 

Dos días más tarde, Rowena del Unicornio, la pelirroja de Yorwick, envió una misiva a Enguerrand del Lebrel, exigiendo explicaciones, pero él sólo tenía acusaciones propias que hacer. Ningún gobernante podía permitir que los horrores de Maiden Way quedasen impunes. El aumento de la tensión había alcanzado su cumbre. La palabra que nadie se había atrevido a mencionar fue pronunciada finalmente.

Viejas Alianzas

Si el conflicto se hubiera quedado confinado a los Ducados del Lebrel y Unicornio, tal vez las cosas habrían sido diferentes. Pero había viejas alianzas, firmadas con sangre, tinta y matrimonios que exigían ser honradas. Amílcar del Toro envió sus tropas para reforzar a los ejércitos de Enguerrand cuando empezaron a marchar sobre las tierras de Rowena. Para honrar la antigua amistad entre los ducados de Unicornio y  Grifo, Iván reunió a sus ejércitos para luchar al lado de la Rowena. 

Ante el temor de poder de Iván, Enguerrand y Amílcar decidieron actuar en contra de su avance. Miles de hombres, mujeres y bestias, liderados por Amílcar en persona, marcharon al norte para interceptar al ejército Grifo al pasar al sur de las montañas de Rose. El duque del Toro tenía una cuenta pendiente después de su humillación anterior en manos de Iván. 

Stefan del Lobo y Seamus del Ciervo no tomaron partido. Ellos observaban desde lejos, haciendo pujas y esperando a que los acontecimientos siguieran su curso. Pero mis espías me informaron que Seamus, a espaldas de todos, estaba enviando secretamente sus hombres de armas hacia el sur. Pronto quedó claro que su objetivo era recuperar la antigua provincia Halcón para sí mismo, incluyendo las ruinas del Falcon Reach ... 

La tormenta había comenzado, con aullantes lluvias torrenciales. Y nadie podía detenerla ya.

Una Nota Rápida Sobre la Espada de Iván:

Deberá tenerse en cuenta que en esa época, Iván no blandía la Hoja de Revelación, pero sí la Pluma de Hierro, una antigua reliquia familiar que había pertenecido a su antepasado Ishtvan, el último rey y primer Duque Grifo. Después de lo que había sucedido durante su duelo con Amílcar unos meses antes, Iván había jurado no desenvainar la espada sagrada Grifo hasta que el Imperio se uniera de nuevo. 

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