En esta secuencia se muestra a un ejército Silvano, relativamente pobre, prevalecer ante una Horda de Segadores de Almas gracias a sus potentes tiradores y a un sabio posicionamiento en el campo de batalla del resto de pelotones, quienes impieron el paso del enemigo lo suficiente. Cómo no, también tiene su participación la torpe IA de la CPU que es incapaz de sortear los obstáculos sin entorpecerse a sí misma, dado el tamaño de sus escuadrones.