Lucretia
Seducida y pervertida por los ideales nigromanticos por el mismísimo Sandro,
la condesa del antiguo Ducado de Bull inmediatamente dio prueba de su
gusto por la sangre y el poder. Ya cortesana de talento antes de pasar
a mejor vida, la condición vampírica de Lucretia le permitió aguzar durante
dos siglos sus armas de seducción, así como su talento para los ataques
encubiertos y las manipulaciones políticas. Alzada al nivel de Princesa
No-Muerta, es un jefe espiritual e (in)moral para los otros vampiros que
sueñan con recrear sus escapadas.
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Naadir
Naadir rechaza el mundo de la carne, puede que incluso más que los otros
Nigromantes. Para él, la perfección no puede encontrarse sino en el espíritu
desnudo, limpio de todas sus impurezas materiales. En el campo de batalla,
su íntimo conocimiento del mundo de los espíritus le permite
"capturar" el alma de sus enemigos y emplearla para reforzar
su propia potencia.
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Raven
Al vivir las guerras que hicieron a los Nigromantes separarse de los Magos
de las Ciudades de Plata, entonces sus hermanos, Raven encontró las primeras
pruebas para constatar hasta qué punto la magia de los Magos podía tener
efectos devastadores sobre las tropas no-muertas. Entonces decidió dedicarse
en cuerpo y alma a la búsqueda de medios que debilitaran el poder de los
invocadores enemigos. Intentando en particular disminuir la potencia de
sus asaltos y la duración de su suerte.
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Zoltan
Zoltan es uno de esos jefes No-Muertos que ven en los magos a sus verdaderos
enemigos. Con el fin de conocerlos mejor, Zoltan estudió detenidamente
los misterios mágicos de las Ciudades de Plata. En la actualidad, puede
combinar sus talentos de Nigromante con los de esos misterios con el fin
de causar un efecto particular: cuando un enemigo usa un hechizo
en la batalla donde esta Zoltan, el conocimiento que permitió a ese hechizo
existir muere.
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Markal
Un estudiante devoto de todo lo que la Nigromancia puede ofrecer, Markal
se ha elevado a las alturas más altas que uno puede alcanzar entre
los Nigromantes -- estando vivo aún. Antiguo miembro de los astrólogos
de la corte y el consejero favorito de la reina grifo Fiona, Markal estableció
una base fuerte (pero secreta) de los cultistas de la Muerte dentro del
Sagrado Imperio. Los líderes religiosos de la Iglesia de la Luz
llegaron a sospechar de sus infames actividades, sin embargo, y cuando
Fiona pasó a mejor vida su consejero fue exiliado.
Notando que él ya no circulará más libremente entre
los otros reinos de Ashan una vez que recibe el Beso de la Diosa Araña,
Markal fomenta los objetivos de Heresh con la diplomacia y, por supuesto,
el engaño.
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Deirdre
Deirdre era una Inquisidor supercelosa para la Iglesia de la Luz en el
Sagrado Imperio Grifo. Ella dedicó muchos años a la caza
de los cultistas del Demonio en las Ciudades Libres del Este en la franja
del territorio del Imperio, "limpiando" inocentes y culpables
por igual, preocupada por que un lapso de su vigilancia permitiría
que la corrupción se esparciera. Al final, cuando fue capturada
y torturda hasta la muerte por sus enemigos, su agitada alma fue hecha
desaparecer por los Nigromantes que codiciaron su conocimiento. Ahora
convertida a la causa Nigromante, puede ser discutido que ningún
ser, viviente o no-muerto, sabe más sobre gritos que Deirdre.
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Kaspar
Kaspar fue un gran doctor y sanador que podía curar incluso las
heridas más terribles. Hurgando en lo más profundo de los
secretos de la vida y de la muerte, Kaspar hizo un experimento particularmente
arriesgado que salió mal... y lo llevó al reino de los muertos.
Aunque ahora conduce un ejército de no-muertos, su conocimiento
de la anatomía y del tratamiento de heridas sigue sin parangón.
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Orson
Careciendo de alguna forma de carisma y autoridad natural, Orson notó
que él era malo para conducir a las tropas que eran capaces de
pensamiento independiente. Para evitar que sus órdenes fuesen cuestionadas
o ignoradas, ha dedicado años a perfeccionar la creación
de obedientes tropas Zombi. "Cualquier cosa sobre el cuello es inútil"
dice este general de los No-Muertos
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Vladimir
Vladimir razona que con pocas excepciones, las tropas de los no-muertos
generalmente serán superadas en sus maniobras por sus contrapartidas
vivas. Consecuentemente, él prefiere formar grandes fuerzas en
vez de planear ataques más exactos. Su especialidad, por lo tanto,
consiste en levantar hordas de no-muertos sin mente que pueden abrumar
a sus enemigos gracias a la ventaja numérica.
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